En términos generales, puede donar médula ósea toda persona sana desde los 18 años y hasta los 60 años, siempre que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser trasmitida al receptor y que tampoco padezca ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.
A partir de 2018, solo se incluirán en el registro nuevos donantes con edades entre 18 y 40 años. Esto se debe al objetivo de rejuvenecer y optimizar la composición de nuestro registro de donantes, ya que los donantes más jóvenes (menores de 40 años) son los más solicitados y con los que se obtienen mejores resultados clínicos en los pacientes que se trasplantan.
A grandes rasgos, el donante no debe poseer antecedentes personales de enfermedades cardíacas, hepáticas, autoinmunes, infecto-contagiosas o neoplásicas. A pesar de ello, te presentamos una a una las preguntas más frecuentes que recibimos en relación con la donación de médula ósea.